El Día Mundial de la Eficiencia Energética, celebrado cada 5 de marzo y con el lema Primero, la eficiencia energética, nos recuerda la importancia de optimizar el uso de la energía para reducir el impacto ambiental que juega un papel clave en la transición hacia procesos más eficientes y responsables con el medioambiente.

Dos proyectos europeos innovadores, coordinados por ANEFA  y financiados por la Comisión Europea, están marcando la diferencia en este ámbito:

El proyecto SCIMIN-CRM,  introducirá un nuevo modelo de Análisis del Ciclo de Vida que se centra en mejorar la huella de carbono y la eficiencia energética en la producción de materiales. Su enfoque permite evaluar y optimizar el impacto ambiental de los procesos industriales, contribuyendo a una reducción significativa del consumo energético y las emisiones de CO₂.

Por su parte Rotate, está desarrollando una tecnología de trituración móvil más eficiente, minimizando el consumo energético, el ruido y el polvo en el proceso de transformación de materiales. Esta innovación mejora la sostenibilidad del sector al optimizar el uso de recursos y reducir la contaminación asociada a las operaciones de trituración.

DigiEcoQuarry, por su parte, utiliza los últimos avances tecnológicos en la recolección y análisis de datos para mejorar la gestión y minimizar el impacto y el consumo en cada proceso dentro de una cantera de áridos.

Ambos proyectos representan avances cruciales hacia una industria más sostenible al demostrar que la innovación tecnológica y la gestión responsable de los recursos pueden reducir el impacto ambiental sin comprometer la productividad. Además, se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en concreto con el Objetivo 7 Energía asequible y no contaminante, que pretende garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna, tiene entre sus metas de aquí a 2030, duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética.