Según los datos publicados por ANEFHOP, el dato de producción de hormigón en España muestra un crecimiento del 12,9% en el primer semestre del año 2019, frente al mismo periodo del año anterior. Si bien es una cifra de crecimiento alta, el comportamiento del mercado indica una ralentización frente al primer trimestre en la totalidad de las comunidades autónomas.
Esta desaceleración parece confirmarse por lo expresado por los empresarios que, pese a no disponer aún de datos cuantitativos, ya prevén un fuerte frenazo de la demanda en el tercer trimestre del año. Sentimiento que viene acompañado por el ajuste de los datos de producción de cemento en más de un punto, pasando del 10,8% de crecimiento en julio al 9,3% en agosto.
Suponiendo que no hubiera crecimiento en la producción de hormigón en el tercer y cuarto trimestre del año, la cifra de crecimiento total anual quedaría alrededor del 6% frente a 2018. Sin embargo, la estimación de ANEFHOP es que se superará este dato, llegando a un incremento en torno al 8 o 10% de la producción en 2019.
El estado general de la economía española y mundial, los conflictos comerciales entre Estados Unidos y China, el Brexit y la inestabilidad política en España son factores, de sobra conocidos por todos, que no contribuyen a crear el fondo necesario para consolidar un escenario de expectativas positivas.
Los principales analistas ya se han adelantado a reducir los crecimientos de las principales economías mundiales. A pesar de todo, el PIB en España experimentó un aumento del 0,5% frente al mismo periodo del año anterior, y el crecimiento anual esperado es del 2,1%, frente al 2,4% en 2018. De momento, todo apunta a una ralentización del crecimiento.
En el caso de Alemania, referente económico en Europa, de confirmarse el próximo valor de PIB, encadenarían dos trimestres de decrecimiento consecutivos lo que les obligará a tomar medidas correctivas. Esta corrección podría beneficiar a las economías que vamos detrás, pues suavizaría la ralentización. Ya algunos analistas (los más optimistas) empiezan a hablar de la nueva fase de crecimiento a partir de 2021.
En lo que respecta a la construcción, la obra pública en España no acaba de empujar. Bien es cierto que la licitación pública ha crecido un 32% a agosto de 2019, pero su efecto no se hace notar con claridad, ya que los proyectos no acaban de arrancar por falta de financiación. Un ejemplo es la licitación autonómica que ha aumentado un 67%, pero no se ha puesto en marcha por el bloqueo presupuestario.
En cuanto a la vivienda, los datos de reducción de stock e inicio de obra nueva de principio de año son optimistas. No obstante, los desarrollos inmobiliarios principales se encuentran en las grandes ciudades y habrá que esperar a ver la evolución de la situación política y económica para consolidar la viabilidad futura de los proyectos.
Del comportamiento del sector a nivel regional, se puede destacar que son 14 las comunidades que crecen en el primer semestre de 2019, respecto al mismo periodo de 2018. Sólo están por debajo Galicia (-22,8%), por el importante impacto de las obras del AVE, Canarias (-16,7%), Ceuta y Melilla (-7,5%). Destacan, por su crecimiento superior al 15%, Castilla – La Mancha (+80,7%), Navarra (+49,4%), Castilla y León (+35,7%), Cantabria (+30,5%), la Comunidad Valenciana (+26,7%), el Principado de Asturias (+18,5%), Extremadura (+17,4%) y Andalucía (+16,4%).
En comparación con el primer trimestre de 2019, los datos indican un descenso del 2,8% en la producción de hormigón. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los días laborables han sido menores, aproximadamente en el mismo porcentaje, por lo que la media diaria se ha mantenido estable.
Así pues, los datos del tercer trimestre serán determinantes para ver la evolución del sector, aunque todo parece indicar que tanto la economía española como la inversión pública están más pendientes de las elecciones del 10 de noviembre, de la situación en Cataluña y de la evolución económica mundial, así como de otros factores, lo que llevará a una deriva hasta final de año.
Por ello, ANEFHOP espera que, en el 2020, haya movimientos más decisorios en materia de inversiones, y por tanto de consumo de hormigón, que favorezcan el desarrollo de esta industria.