El año 2015 que ahora finaliza ha tenido un sabor agridulce para las empresas del sector de los áridos, ya que las expectativas de crecimiento del consumo de más del 5% que se tenían al inicio del ejercicio y que parecía que se iban a confirmar, por la positiva evolución del primer semestre, han sufrido los efectos de un retroceso experimentado en los primeros meses de este segundo semestre, para mejorar levemente en noviembre y diciembre.
Según las estimaciones de ANEFA, el año 2015 se ha cerrado con un ligero crecimiento de algo más del 4%, para un consumo total del entorno de los 95 millones de toneladas, pero con variaciones territoriales importantes y algunas Comunidades Autónomas todavía en decrecimiento. Se confirma así el cambio de tendencia y, tras 8 años de retrocesos muy importantes, el sector volvió a crecer, aunque los volúmenes de consumo sean todavía claramente muy insuficientes para poder hablar de recuperación, en un sector tan castigado por la crisis. Estas tendencias son muy similares a las registradas para los sectores afines.
Para 2016, las noticias son contradictorias ya que el parón licitador de las Administraciones (-21,3% en 2015), en especial en obra civil, compromete las perspectivas de reactivación. Por otro lado, los indicadores relacionados con edificación (visados, viviendas iniciadas, precio de la vivienda, acceso a la financiación, etc.) están comportándose positivamente, lo que inducirá el alza de la demanda. Según Euroconstruct se estima que en 2016 puede haber un repunte de la construcción al +4,4%, siempre que el parón postelectoral no tenga una incidencia excesiva, y un crecimiento del 4% en 2017 y 3,3% en 2018.