La presidencia española de la Unión Europea está liderando las negociaciones finales del trílogo (Comisión Europea, Parlamento y Consejo) para alcanzar un acuerdo respecto al texto definitivo del Reglamento Europeo de Materias Primas Críticas.
Desde las asociaciones europeas y nacionales de esta industria se continúa planteando, a los responsables políticos de la UE y de los Estados Miembro, la necesidad de incluir algunas disposiciones para mejorar y asegurar el suministro del resto de materias primas minerales que son esenciales para todas las cadenas de valor de la industria.
No obstante, esto es realmente complejo, por la propia velocidad que se ha impuesto a la tramitación. De hecho, se prevé que el pleno del Parlamento Europeo pueda votar su aprobación para finales del mes de noviembre, tras una tramitación relámpago, bajo el impulso de la presidencia de la Comisión Europea, ya que los europarlamentarios cesarán sus actividades en abril de 2024.
En este sentido, las noticias sobre el avance de las negociaciones no son muy buenas, ya que además, de que no se incluirá al resto de las materias primas no críticas pero que son todas ellas esenciales, parece ser que se quiere habilitar la opción de que un Estado Miembro pueda oponerse a un proyecto declarado estratégico por la Unión Europea y, asimismo, sacar del procedimiento de tramitación acelerado al de Evaluación de Impacto Ambiental, lo que podría descafeinar completamente la iniciativa. Por el contrario, sí que parece que los Estados Miembro podría ampliar la lista europea que se apruebe en el Reglamento, según sus propias prioridades.