Según los datos provisionales disponibles, 2017 ha sido un año de crecimiento para el sector de los áridos, aunque éste se ha distribuido territorialmente de forma muy desigual. La primera estimación de cierre del ejercicio sitúa el consumo de áridos ligeramente por encima de los 100 millones de toneladas – en concreto 104 –, lo que representa un crecimiento del 7,5%.
Desde luego no se puede hablar de recuperación cuando el dato global se encuentra un 78% por debajo del valor de 2006, cifras todavía muy bajas y que se podrían calificar de ridículas comparadas con el resto de países europeos homólogos, pero es cierto que, poco a poco, los peores momentos de la crisis van quedando atrás, en la mayoría de Comunidades Autónomas.
Las Comunidades Autónomas del Norte de España – Galicia, el Principado de Asturias, Cantabria, Navarra y La Rioja – son las que más están retrocediendo, mientras que Canarias, las Comunidades del Levante, Castilla y León y Madrid son las que están teniendo un crecimiento más sostenido.