Consumo de áridos
El sector de los áridos es el principal suministrador de materias primas para la construcción de infraestructuras, para la edificación, para la industria y para la protección del medio ambiente, lo que le confiere el carácter de industria estratégica.
Es la segunda materia prima más consumida por el hombre después del agua y cada español ha consumido, en 2020, unos 2.900 kilogramos anuales, es decir unos 7,950 kilogramos diarios.
Los áridos se emplean en estas obras, como hormigón preparado, prefabricados de hormigón (cerca del 80% del hormigón son áridos), mortero, aglomerados asfálticos (más del 95% son áridos), construcción de carreteras (el 94% de los materiales necesarios para una carretera son áridos), ferrocarriles (balasto), etc.
Estos materiales se emplean, mayoritariamente en las etapas iniciales de las obras, por lo que la evolución de su consumo es un buen indicador adelantado de la eficacia de los planes de infraestructuras.
El presente informe se ha realizado a partir de datos de diferentes fuentes oficiales Instituto Nacional de Estadística, Estadística Minera de España, CEX España Exportación e Inversiones y de estimaciones de ANEFA (AFA– Andalucía, AFAPA, AFARCYL, COMC), ARIVAL, ARIGAL, Euskal Árido y el Gremi d’Àrids de Catalunya.
Así, el año 2022 se ha cerrado con una leve retracción del crecimiento del consumo de áridos naturales para la construcción estimado en el -2,10%, para un total de 137,4 millones de toneladas (en adelante Mt).
Aun así, se mantienen variaciones territoriales importantes.
A esta cantidad hay que añadir unos 4,5 Mt de áridos reciclados y en el entorno de 1,7 Mt de áridos artificiales.
El consumo total de áridos para la construcción alcanzó los 143,6 Mt, el 75,6% del mercado de áridos (+1,1% considerando reciclados y artificiales).
Es importante resaltar cómo la aplicación de los principios de la economía circular va avanzando de forma progresiva. Además, de los áridos reciclados y artificiales, ya citados, dentro de las cifras de áridos naturales, se contabilizan 4,4 Mt de áridos procedentes de otras industrias extractivas que los producen como subproductos de los procesos de extracción y tratamiento principales. De éstos, 2,9 millones de toneladas tienen por destino la construcción y 1,5 millones de toneladas se emplean en otros usos industriales. Es decir que, sobre los 143,6 Mt de áridos para la construcción producidos en 2022, 9,1 Mt (6,3%) no proceden de explotaciones de áridos. Como muestra de esta evolución vinculada al desarrollo de la economía circular, tres años atrás, fueron 6,8 Mt y un 4,8%.
El año 2022 empeorando las expectativas respecto a lo inicialmente esperado, con una ralentización preocupante a finales del IV trimestre.
Esta tendencia es muy similar a las registradas para los sectores afines.
Desde el máximo previo a la crisis (2006), momento en el que la producción era de 486 Mt, el consumo de áridos para la construcción sigue en el -71,7% de lo registrado aquel año.
Distribución territorial del consumo de áridos naturales para la construcción
En otro orden de cosas, el crecimiento del consumo de áridos para la construcción, en 2022, muestra una evolución territorial muy diferente, en todas las comunidades autónomas.
Crecen siete de ellas, destacando algo más Cantabria, Canarias y el País Vasco (todas por debajo del 5%).
Por el contrario, las restantes diez decrecen, destacando Castilla y León (-6,84%), Galicia (-4,27%) y La Rioja (-3,82%).
Desde el punto más bajo de consumo de 2014, el incremento ha sido del +32,9%.
Actualmente, España – que se encontraba en segunda posición en 2006 – ocupa el octavo lugar de Europa en producción total de áridos, por detrás de Rusia, Alemania, Francia, Polonia, Turquía, Reino Unido e Italia.
Aplicando la media de la Unión Europea por habitante (5,7 toneladas/año), el país debería consumir para usos en construcción, unos 270 millones de toneladas, es decir, algo menos del doble del valor registrado en 2022.
Desde 2006, cuando el consumo de áridos por habitante en España era uno de los más importantes de Europa, con cerca de 12 toneladas / habitante /año, esta cifra ha sufrido una reducción considerable, hasta las 2,90 toneladas / habitante / año, y sigue netamente por debajo de la media europea (5,7 toneladas / habitante / año).
Destacan, por lo negativo de los valores que presentan, Canarias (1,2 t / hab. / año), la Comunidad de Madrid (1,5 t / hab. /año), Andalucía (2,6 t / hab. / año), Cataluña (2,7 t / hab. / año) y la Comunidad Valenciana (2,7 t / hab. / año), todas ellas por debajo de la media.
Únicamente Cantabria supera la media europea