La producción nacional de hormigón preparado, según los datos publicados por Anefhop, alcanzó en el cuarto trimestre de 2024 un volumen de 6,72 millones de metros cúbicos, lo que representa un incremento del 5,3% respecto al mismo periodo del año anterior. En el conjunto del año, el crecimiento acumulado fue del 2,8%, consolidando así la recuperación sostenida del sector tras las caídas registradas en 2020 por la pandemia y en 2022 por la crisis energética e inflacionista.

Este resultado supera las previsiones iniciales y sitúa la producción en el nivel más alto desde 2011. Destaca especialmente el comportamiento del último trimestre, que permitió cerrar el año con 0,73 millones de metros cúbicos más que en 2023.

A nivel regional, el comportamiento ha sido mayoritariamente positivo, con solo seis comunidades autónomas registrando cifras inferiores a las del año anterior. Andalucía lideró el crecimiento con un aumento del 16,5%, seguida de Castilla y León (+18,3%), Galicia (+12,4%) y Castilla-La Mancha (+8,5%). En cambio, Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña contribuyeron negativamente al total nacional, con un descenso conjunto del 5,8%. En el caso de la Comunidad Valenciana y Cataluña, el impacto de la DANA de octubre fue determinante.

 

 

Pese a las diferencias observadas trimestre a trimestre, el crecimiento acumulado del consumo de cemento en 2024 fue del 2,7%, muy cercano al incremento de la producción de hormigón. Esta correlación final es sorprendente dada la naturaleza logística distinta de ambos productos: mientras el hormigón no se transporta a largas distancias, el cemento sí puede desplazarse entre regiones, generando disparidades entre lugar de consumo y producción.

La licitación pública total en 2024 alcanzó los 29.480 millones de euros, un 10,6% más que en 2023. Este crecimiento estuvo impulsado por el dinamismo de los organismos locales, especialmente en Madrid, Euskadi y Baleares. La edificación registró un crecimiento destacado del 22,7%, mientras que la obra civil aumentó un 3,1% y sigue representando el 58% de la inversión total.

 

 

Aunque el mes de marzo de 2025 ha sido uno de los más lluviosos desde 1961 —lo que podría afectar temporalmente la producción—, los primeros datos de consumo de cemento en enero y febrero (+9,42%) permiten anticipar un primer trimestre positivo para el sector.

Las previsiones económicas apuntan a un crecimiento del PIB del 2,5%-2,7% para 2025, y según Euroconstruct, el sector de la construcción crecerá un 3,5%, impulsado por la edificación residencial y la ingeniería civil. Sin embargo, persisten incertidumbres vinculadas a factores como la política arancelaria de Estados Unidos, la inflación, la escasez de mano de obra cualificada y la ejecución lenta de las grandes obras públicas.

Así, Anefhop baraja tres escenarios para la evolución del sector en 2025:

  • Escenario pesimista: descenso de entre el -2% y 0%.
  • Escenario normal: crecimiento moderado de entre el 0% y el 4%.
  • Escenario optimista: incremento de entre el 5% y el 7%.

 

En cualquier caso, el sector afronta el nuevo año con perspectivas positivas, aunque con la cautela que imponen los factores de incertidumbre global y estructural.