Tras la adopción por el Consejo, el 30 de junio, de su posición negociadora sobre la revisión del
Reglamento relativo a los Productos de Construcción (RPC), se iniciaron las negociaciones del trílogo con el Parlamento Europeo y el Consejo.
Esta revisión se está llevando a cabo con el objetivo de liberar el potencial de crecimiento y empleo del sector de productos de la construcción, promover objetivos medioambientales en el marco del
Pacto Verde y el Plan de Acción de la UE para la Economía Circular y, en su caso, fomentar la seguridad de los productos. Además de resolver los problemas de interpretación legal que se están produciendo con el actual Reglamento.
Con el nuevo texto que se propone, se incide especialmente en aspectos como los requisitos básicos de las obras de construcción y las características esenciales que debe cubrir el
marcado CE y su correspondiente
Declaración de Prestaciones y Declaración de Conformidad, los aspectos relacionados con la sostenibilidad de los productos, la definición exhaustiva de los agentes económicos, los diferentes canales de distribución (como la venta online), la reutilización de productos, las tareas y responsabilidades de los organismos notificados, el contenido de las especificaciones técnicas, los mecanismos para asegurar una correcta implantación del reglamento, etc.
El texto incorpora disposiciones medioambientales adicionales tales como el rendimiento medioambiental cubierto por las solicitudes de normalización, la inclusión de la obligación de declarar el potencial de calentamiento global en la declaración de prestaciones, así como la de proporcionar información del producto relacionada con la
seguridad y el medio ambiente no expresada como rendimiento.
Esto va a suponer un importante cambio de paradigma en cuanto a que estas nuevas cuestiones serán con casi toda certeza obligatorias para poder poner los áridos en el mercado, en un futuro muy próximo.
Actualmente, la
Presidencia española de la UE está tratando de cerrar las negociaciones con el objetivo temporal de finales de noviembre o principios de diciembre. Tras su aprobación, es probable el que nuevo Reglamento entre en vigor en unos dos años, aunque habrá algunos productos para los que lo hará con posterioridad.