En un esfuerzo por reducir los costes energéticos y reforzar la competitividad de la industria europea, la Comisión Europea ha presentado el Plan de Acción para una Energía Asequible. Esta iniciativa forma parte del Pacto por una Industria Limpia y tiene como objetivo proporcionar a los ciudadanos y empresas energía más barata y sostenible, al tiempo que impulsa la transición hacia un modelo de bajas emisiones de carbono. Con este plan, Bruselas pretende responder a los desafíos actuales del sector energético, agravados por la volatilidad de los mercados y la crisis geopolítica, promoviendo al mismo tiempo una estrategia a largo plazo que garantice seguridad de suministro y estabilidad de precios.
Entre las principales medidas, la Comisión propone que los Estados miembros reduzcan los impuestos y cargas sobre la electricidad, incluyendo la posibilidad de aplicar el IVA reducido del 5% en la factura eléctrica y eliminar costes adicionales que no estén directamente vinculados al consumo energético. También se busca reforzar el mercado energético europeo, facilitando la inversión en infraestructuras clave como interconexiones eléctricas y gasoductos transeuropeos, con el objetivo de mejorar la resiliencia del sistema y reducir la dependencia de fuentes externas de energía. De este modo, se espera que los consumidores puedan beneficiarse de tarifas más competitivas y de un mercado más integrado y eficiente.
Otro pilar fundamental del plan es el impulso a los acuerdos de compra de energía renovable. Para ello, la Comisión, en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones, lanzará un plan piloto de 500 millones de euros que facilitará contratos a largo plazo con productores de energía limpia. Esto permitirá a las empresas acceder a electricidad a precios más estables y predecibles, reduciendo su exposición a la volatilidad del mercado energético. Además, se reforzará el apoyo a la industria mediante la creación de un Banco de Descarbonización Industrial, dotado con 100.000 millones de euros, destinado a financiar proyectos que reduzcan las emisiones en sectores estratégicos como el acero, el cemento y la química.
Bruselas también pone el foco en la necesidad de diversificar las fuentes de energía, garantizando un suministro estable y competitivo. Para ello, se fomentará la inversión en proyectos de gas natural licuado (GNL) en terceros países y se negociarán contratos a largo plazo con proveedores fiables, minimizando así los riesgos de dependencia de mercados inestables. Asimismo, se reforzará la cooperación entre los Estados miembros para optimizar el uso de las infraestructuras existentes y acelerar la integración de energías renovables en la red.
En definitiva, el Plan de Acción para una Energía Asequible representa un paso decisivo en la estrategia energética de la Unión Europea. Su éxito dependerá de la cooperación entre los países miembros, la atracción de inversiones privadas y la implementación efectiva de las reformas propuestas. Con este conjunto de medidas, la Comisión Europea busca garantizar que tanto ciudadanos como empresas dispongan de una energía más asequible, segura y limpia, consolidando al mismo tiempo la posición de Europa como líder en la transición hacia una economía descarbonizada.