El sector de las materias primas está en el centro de una serie de dinámicas fundamentales para el futuro de toda la sociedad: transición energética, descarbonización, sostenibilidad, economía circular, innovación, digitalización… Una muestra de ello es el informe que acaba de publicarse por parte de la UNEP (United Nations Environment Programme) y el Panel Internacional de Recursos (International Resource Panel – IRP) bajo el título de Panorama de los Recursos Globales 2024 (Global Resources Outlook 2024).
La edición 2024 de este Panorama de los Recursos Globales muestra que los recursos son esenciales para la aplicación eficaz de la Agenda 2030 y de los acuerdos multilaterales sobre medio ambiente (AMUMA) además de para poder hacer frente a la triple crisis planetaria. El informe reúne los mejores datos, modelos y evaluaciones disponibles para analizar las tendencias, las repercusiones y los efectos distributivos del uso de los recursos naturales. El documento se construye sobre los más de 15 años de trabajo del Panel Internacional de Recursos, incluidas las evaluaciones científicas y las aportaciones de los países, una amplia red de partes interesadas sobre el terreno y expertos regionales.
El informe ilustra cómo, desde su edición de 2019, se han mantenido o acelerado las tendencias al alza en el uso mundial de los recursos. El informe también muestra cómo se espera que la demanda de recursos siga aumentando en las próximas décadas.
Estos son otras de sus conclusiones más destacadas:
– El uso de recursos naturales se ha multiplicado por más de tres en los últimos 50 años y sigue creciendo a un ritmo medio superior al 2,3% anual.
– Los países con renta más alta utilizan seis veces más recursos naturales per cápita y son responsables de diez veces más impactos climáticos per cápita que los países de renta baja.
– El enfoque actual, que se centra casi exclusivamente en las medidas relacionadas con la oferta (producción), debe complementarse con una mayor atención a las medidas relacionadas con la demanda (consumo). Reducir, por ejemplo, nuestras necesidades de movilidad podrían reducir el consumo de recursos y las demandas de energía en un 50% y las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60% para 2060 en comparación con las tendencias actuales.
En palabras de Inger Andersen, directora ejecutiva del UNEP, en el prólogo del documento: “Los recursos naturales son la base sobre la que se asientan todas las economías y sociedades, por lo que su gestión sostenible es fundamental para acabar con la pobreza y reducir las desigualdades”.