¿Qué papel puede desempeñar la ciencia en el contexto de las materias primas? Al colmar las posibles lagunas de conocimiento con información y análisis el Joint European Research Center – JCR (o Centro Europeo Común de Investigación) desarrolla su labor haciendo hincapié en el desarrollo de tecnologías para reducir las emisiones de carbono y reducir las emisiones de CO2, orientar la inversión, cartografiar el estado de la producción y procesamiento de las materias primas críticas, reducir la dependencia europea de estos materiales, así como evaluar el mercado de la energía y sus necesidades futuras e impulsar una transición justa.

De hecho, este organismo estima que sólo entre el 1% y el 5% de las materias primas necesarias para las tecnologías energéticas renovables y de baja emisión de carbono se producen en la UE. Cobalto, litio, cobre… son, junto con otros materiales, indispensables para nuestras tecnologías de energía limpia, ya que se precisan para la fabricación de baterías, paneles solares y turbinas eólicas. Sin embargo, su producción y posterior cadena de valor conlleva un alto riesgo de interrupción del suministro. Por esta razón la UE ha elaborado sus listas que incluyen materias primas críticas y estratégicas.

En este sentido, el papel de los programas de innovación y de todos los técnicos, empresas y científicos que colaboran dentro, por ejemplo, de los programas Horizon es fundamental. ANEFA, asociación que forma parte de Primigea a través de la Federación de Áridos, lidera tres de estos proyectos centrados en la digitalización, la eficiencia energética, la valorización, la restauración de espacios mineros… Son: DigiEcoQuarry, Rotate y SCIMIN-CRM. Además, el proyecto Queen, en el que participa el Gremi d’Àrids de Catalunya, también parte integrante de Federación de Áridos, aspira a desarrollar un nuevo proceso de silicio de grado metalúrgico (MG-Si) respetuoso con el medio ambiente a partir de arenas de cantera.

Todos ellos ayudan a la UE a cartografiar y comprender de dónde proceden las materias primas críticas, evaluar los riesgos relacionados con sus cadenas de suministro, estimar su demanda futura, calcular las huellas medioambientales e impulsar el reciclado, propiciando así diversas vías hacia la autonomía estratégica. La labor del Joint European Research Center trabajo también ha contribuido a la Ley de Materias Primas Críticas de la UE, haciéndola viable y sólida, al tiempo que proporciona una base importante para las intervenciones políticas.